Hierro mata,Hierro muere
"Debo agradecer o maldecir esta circunstancia de poder sentir todavía amor a pesar de tanta desdicha?" Alejandra Pizarnik En efecto, lo que causó tanto daño, podríamos decir, fue demás efecto. Estamos preparados para mentir a diestra y siniestra, dicho sea de paso. Ningún lector se atrevería a pensar ( o leer) entrelíneas. La causa, es en afecto. La ira viene con el pucho de costeleta. La envidia, bien, como de costumbre. El ganso se fue volando como boludo en para qué de diversiones; sólo que esta vez el para qué era un laberinto de cera o una caja de fósforos patitos. Cual Hierro mata, se repetían sus amantes, que en alegoría de la vida zurcían las bombachas que él les rompía a tirones. Hierro mata, como buen carpintero era el célebre ganso volando hacia el para qué de diversiones. Los efectos que se hicieron sentir fueron variados. Uno de ellos, dificultades a la distancia, holgaba insistir el piloto encargado de ajustarse la ausencia de miopes gafas para curar la vista e