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Mostrando las entradas de abril, 2009

El ídolo de las películas

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Su paso por el mundo videoclipero inoculó rabias y simpatías. El desenfado y sus imprescindibles espontaneidades despertó una curiosa atracción en los guionistas. Se podría afirmar, que fue él, motivo de formación de toda la nueva generación de guionistas, y de la suya propia. En las revistas especializadas del asunto, se leían verdaderas confesiones de guionistas y directores que lo habían escogido como musa inspiradora. En realidad, pocos admitían-como lo hacía Eusebio Plateé-que escribían sólo para él. Incauto pero sencillamente auténtico, Eusebio Plateé, hacía sonar el teléfono de El ídolo de las películas a mitad de la noche para preguntarle, para cerciorarse, para ser liberado de aquel limbo energizante y soporífero del amor inconfeso. Lo dejaba ir. El ídolo de las películas contestaba desde una distancia de vecinos de balcón las preguntas que Eusebio Plateé diseminaba desde el otro lado. El ídolo de las películas, a veces le devolvía las interpelaciones, otras, se las qu

El día había empezado con un chaparrón. Estela.

Manteca crepitante fundiéndose en la sartén. Aplausos intermitentes .Cascada de olores. Pan tostado y miel. Garganta del diablo. Café y canela en el ambiente.

Palabras cruzadas

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El holandés es complicado de entender. Dana terminó de confirmarlo, incluso después de arrojarme la jarra de cerveza encima, furiosa. Creo que una breve sonrisa se mezcló entre vagidos y sonidos dignos de una clase de lingüística. El holandés no sólo es complicado de entender, es efectivamente inaccesible, aunque luego de la posible sonrisa haya dicho algo así como argentinie para entrar abruptamente en silencio. Es de esperar de Dana, menos las jarras de cervezas en el pecho que los silencios escarpados que me encantó cuando la conocí en la puerta del museo de la marihuana. Había llovido toda la tarde y decidí aprovecharla porque se trataba de la última en Ámsterdam. Llevaba pan de anís bajo el brazo que me había regalado Nelson Catrileos, un chileno que conducía un catamarán para un alemán. Los niños vienen con un pan bajo el brazo, me dijo mientras envolvía el pan con papel celofán. Homero Catrileos Searle, el primer descendiente de una casta araucana fabricantes de botes que encall