Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2011

El haiku de Goddard

“El arte nos atrae solamente cuando revela en nosotros secretos.” J.L.Goddard Primer movimiento. Ocurre que a veces se oía tras de si: -Usted, señorita Melanie, diganós… Esta noche no vendrá. Todos lo sabemos: en inca-la-perra se fabrican muebles en su honor. Lo de Goddard es el Haiku. Punto y coma. Besar a escondidas y agitarlo simultáneamente. Flor loca de amor. En el fondo es tristeza, o triste, o tigre, o tres, pero cada año hay una excepción. Podemos cambiar los sentimientos con permiso de las ideas. Pero el problema de las mujeres, y de la plata juega una partida de Metegol. La verdad, la verdad, estoy seguro. Por otra parte me asquea la psicosis del amor, los imprescindibles absolutos. ¡Ah, cómo despertarla de su olvido imprescindible! Por un momento creí que tenía un quedecir, así que solo te escribo, amor de mis días. Hola, ola poderosa que se ve, que se percibe a la legua. Una posibilidad s

Cuerpos eran los de antes

Con una vocación inexistente, pero oficial la punta del cuchillo que una vez la desarmó. El sentimiento es indefinible, igual a la fórmula: ¡EL MIEDO, MAMA MÍA! Y cuando se solapa la culpa, sobre todo con algo de música para niños buenos, el sofisma recobra un retoño del hogar. El hecho es incomparablemente exquisito, como lo atestiguan los fragmentos arrastrados por la helada punta ardorosa del cuchillo. El hecho tampoco amerita locutores ni interlocutores aunque constaten su acreditación nacional. Un día fuimos embestidos por la absoluta noción de una venganza: ¡EL MIEDO, MAMITA MÍA! Los relojes se detuvieron para recuperarse del descanso. Nos sentimos, y hablamos duramente de la decoración de nuestro hogar. Yo corregía los jarrones, puertas y ventanas que ella escondía o cerraba. Hacerse el vivo no es igual a vivo hacer, sea lo que sea que siga a continuación. Sin embargo, yo quiero ser escritor, le dije, y ella sonrió. Sonrió como si estuviera tartamudeando-era una sonrisa