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Mostrando las entradas de marzo, 2009

La caja infinita

Jorge cerró el libro, y la breve descarga le devolvió lo que su memoria le había vedado. La historia junto con la dedicatoria final, versaban su nombre completo. El olvido-había aprendido ya-era la representación más flagrante de la densidad del tiempo. Pero esta flagrante omisión respondía a otra situación. Lo primero que se le vino a la mente fue atribuírselo a la edad y a la lejanía-se cumplían dos meses que el único contacto con su madre era epistolar. Allí, aislado, en ese estado salvaje que le concedía la agitación inusitada que lo hizo sucumbir, y que pensó jamás ceder ante ella del modo en que lo hizo, lo condujo a una casa en el paisaje impresionista de las sierras de Calamuchita. Luego, con un poco más de pensamiento, se dijo que se trataba de un plan menor pero incuestionablemente eficaz.¿Era tan poderoso haber sido dominado un instante todavía vago de determinar,por esa esfera increíble?. Sin duda alguna, Jorge cubrió sus ojos oscuros con sus párpados y trató de imaginar el

Carta del por-venir

Aproveché para escribir mientras no estás. Se que te hubiese gustado estar, aquí presente, mirándome escribir para vos, recostada en la cama de arena imaginaria en la que se trasforma nuestra cama cuando queremos. Pero no estás, y es mi oportunidad para hablar de vos o lo que es lo mismo, del día en que me di cuenta que estaba siendo feliz. Como sabés, la trama literaria ha cambiado, y por proximidad, las cartas-¿viste que cada vez se escriben menos cartas?-también tienden a cambiar. Entonces, comencé a ser feliz la noche que te abracé fuerte, y vos me preguntaste y yo respondí: “ nada, nada, no pasa nada... estaba soñando” , y regresaste a vivir a tu mundo interior que el despertador se encargaría media hora después de quitártelo. Fue la lluvia, ¿recordás?, comenzamos creyendo en la lluvia antes que en nosotros mismos, antes de creer en la posibilidad de medir el tiempo de otra manera, porque ya hacía rato que venía demasiado acelerado, como decías tan lindo. Ahora que recuerdo, e