¿Qué es lo que te pasa?

El Martes, 16 de marzo de 2010 a las 12:58

Llueve y estoy solo
En las hojas pardas del manzano
Hierven las gotas de lo poco que queda del verano
Es de noche, el aire de Marzo
Revolotea en el perfume del café que me preparo
Se lo lleva por el cuadrado
que divide mi amor de los árboles
Llueve y estoy solo
Lo descubro como un rubí
Como un libro que cae y se abre en la pagina 76
Como pequeños bramidos saliendo por mis codos
Respiro
La muerte pasa rozando
Silbando su música de fatiga y letargo
Bebo un sorbo de café
Oscuro y pardo como mis ojos pueden ver
Nada me detiene
Ni el piso agrietándose al otro lado
Ni la ausencia feroz del amor
Ni el cuadrado mágico que se cubre con éstos árboles
Nada me puede detener
Soy solo yo oliendo la goma de la goma de borrar
La madera nueva de los lápices nuevos
El desayuno que prepara la vieja
El olor del delantal Arciel:
Hoy compraré figuritas
Estoy solo o sólo soy
Embestido por esta noche ciega
Con los gatos escapando del agua
La calle repleta de besos y silencio
Y mi sueño que no llega
Ay! Marzo
Te vas y yo todavía sigo amando
Llueve y estoy solo
Lo que significa que he pensado en ella
Al prepararnos café
O cuando me asomé a la ventana
Escuchando al verano arder
Porque el verano arde
Como arden las cosas que terminan
Saltando miles de años
Atravesando cuerpos y huesos
Hasta la mismísima muerte
Es atravesada
Dejando siempre un recuerdo
Insinuando que conmemorar es relegar
Señalando el descenso necesario
de la música y las mariposas
Anunciando que otros ardores comenzarán
Afuera llueve y ya no estoy solo
Espero que llegue con su blusa azul
Chasqueando las rodillas con su hermosísima chuequera
Y sus jeans gastados
A devolverme por un rato el descanso
¿Qué es lo que te pasa?
Pregunta
Tengo un Dionisio en el hígado inquieto
Respondo
Salta mordisqueando de a poco mi cabeza
Total, nadie reclama por vos me dice
Y pasamos horas así
Entumecidos en diversas posiciones
Viendo caer constelaciones en su cuerpo
Yo esperaba tener oportunidad
Para beber un sorbo de Ferné
O de sus ojos
Para pasar el insipiente relámpago en el que se estremecía
Así que soplé por un costado
A ver si sus costillas se derrumbaban
Nada de nada
Mi cerebro estaba hecho pomada
No pude ni siquiera
Porque ese siquiera iba incluido
Mucho antes del ni
Cuando me invitó a pasar por esa puerta maldita
Mucho antes
De beberme a todo el Olimpo
Y en el momento preciso
El soplido fastuoso se trasformó
En estanque y en muerte cálida
¿Qué es lo que te pasa?
Repitió
Mi día acabó
Respondí pensando en comprarme un sombrero.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La biografía del eximio mártir

Oda al impermeable bermejo o la conspiración de lo que brilla y no es oro